Al fin ha llegado el día que tanto tiempo llevo esperando, hoy culmina mis años de duro trabajo y aprendizaje. Todas las acciones realizadas hasta hoy, han sido premeditadas y minuciosamente planeadas, no he dejado espacio para el error. Por fin hoy todo mi esfuerzo dará sus frutos. Me largo de aquí, de una civilización en decadencia, llena de maldad, destrucción y codicia.
Dicho así, parece que vaya a dejar este mundo. Pero aprecio demasiado la vida, no solo la mía, sino la de todos los seres de este planeta. Tan solo abro la puerta y me voy, sin mirar atrás, abandono el mundo en el que nací, un mundo podrido hasta los cimientos, un mundo que de seguir así, culminará con la destrucción de todo tipo de vida en la Tierra. Sé que es un acto cobarde y egoísta, el no luchar por tus ideales. Pero la sociedad está contaminada por aquellos que mueven los hilos, que a mi parecer, ya nada tiene solución.
Allí donde voy, me espera tal aventura, que mi porvenir, se me escapa de las manos. Me exilio a compartir mi existencia con la madre naturaleza. Solos la naturaleza, Anuk y yo.
Desde que tengo uso de razón, este ha sido mi sueño. Nada mas cumplir los 16 años empecé a ahorrar, para poder pagarme cursillos de supervivencia y de primeros auxilios. Varios son los años que me he pasado estudiando las plantas y los animales, la rotación de los cultivos, las influencias de la luna... aprendiendo a hacer uso de todo esto para mi propia supervivencia. Largas horas delante de mi ordenador, me han tenido en vilo, recolectando y almacenando en mi cabeza tanta información como me fuese posible, buscando el lugar perfecto, sin rastro de civilización alguna. Una vez hallada esa isla de ensueño, he estudiado sus plantas, y sus animales minuciosamente, no quisiera que un error estúpido como comerme una baya venenosa, me costase la vida. No me he permitido intimar con nadie, para así evitar desviar mi rumbo. En ciertas ocasiones ha sido complicado, pero me he mantenido en mis trece.
Ahora creo que ya estoy listo, con 25 años de edad y toda la vida por delante, me dispongo a empezar a vivir.
Escribo esta carta para despedirme de aquellos que me han acompañado durante la primera mitad de mi vida, y para agradecer a los usuarios de infojardín, a mi maestro de supervivencia y de primeros auxilios, a mi profesor de botánica y todos aquellos que me habéis aportado conocimientos y experiencias, permitiéndome así hacer posible un sueño.
Muy cordialmente: Isaac Reyes Molina
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